Según algunos textos y diccionarios, el término “diva” viene del latín que significa “diosa” y que aplica para nombrar a las cantantes en los roles principales de una ópera como lo fue María Callas, o a la primera bailarina en un ballet, y que trae a mi mente el título que inspiró al realizador francés Jean-Jacques Beineix para adentrarnos a su film de misterio en donde una soprano operística negra a la que no le gustaba grabar discos, es plagiada su voz por un admirador suyo en uno de sus recitales, a fin de seguirla escuchando para siempre.
Ahora bien si el término se ha extendido en la actualidad para nombrar “divas” a las cantantes pop como Madonna, porque no emplearlo también para citar a ciertas actrices que intervienen en el rol principal de un film y que nos ofrecen lo que requiere una “prima donna”: belleza, talento, glamour, excentricidad, soberbia, escándalo, misterio, etc.
Dentro de la historia del cine se han develado infinidad de ellas, que han hecho las delicias del imaginario mundo del cinéfilo masculino, han tenido la admiración y envidia de las mujeres y han sido íconos dentro de algunos circuitos culturales gays.
Que seguidor del séptimo arte no soñó alguna vez con tener un ángel azul como Marlene Dietrich, ver a los ojos de Bette Davis, cargar y cuidar a Greta Garbo, tener un romance en Casablanca con Ingrid Bergman, tener unas mamitas queridas como Joan Crawford y Faye Dunaway o una madrastra como Jane Fonda, desayunar en Tiffany,s con Audrey Hepburn, arrullarnos con las voces de Liza Minnelli, Barbara Streisand o de Bette Midler, o porque no, escoger a Marylin Monroe o a Brigitte Bardot con eso de que a los caballeros las preferimos rubias, o a la mejor queremos una emperatriz como Romy Schneider o unas reinas como Grace Kelly, Elizabeth Taylor o Isabelle Adjani, una bella de día como Catherine Deneuve, un matrimonio a la italiana con Sophia Loren, bañarte en la Fuente de Trevi con Anita Ekberg, pasear en Mustang con Anouk Aimée, un affaire con Anne Bancroft, tener de obscuro deseo a Carole Bouquet, una musa como María Félix, bajarle las perlas a Dolores del Río…
Y actualmente quién no desearía una chica bonita como Julia Roberts, tener los ojos bien abiertos para admirar a Nicole Kidman, viajar por las galaxias con Natalie Portman, ver en vivo un Striptease de Demi Moore y hacerle una propuesta indecorosa, tener de jefa a Meryl Streep, cuidar niños de Africa y Asia junto a Angelina Jolie, tener una esposa como Julianne Moore, obsesionarte por Monica Bellucci, ser infiel con tu pareja con Scarlett Johansson, tener una experiencia surrealista con Naomi Watts, que pose para ti Emmanuelle Béart, atar en tu cama a Victoria Abril, darle una nalgada a Jennifer López, besar a Penélope Cruz… y porque no, ser el papá del hijo de Salma Hayek, total soñar no cuesta nada.
Ibas muy bien en la primera parte, el primer parrafo pudiera matizarse y pasa.... pero llegaste al segundo y o decepción.
ResponderEliminarMeryl será una gran actriz pero nunca llegará a Diva.... quizá la Bellucci y namas.
El Cine actual es mucho mas que hollywood y sus actricitas millenaras. Allá mas lejecitos ahi una que se llama Isabel Huppert, más lejecitos ahí una Gong Li, acá de este lado hay una Blanca Guerra...
A lo mejor no están tan bonitas o no venden tantos shampoos, pero esas, son Divas.
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