'El Rey de las Máscaras'

Por Frater Ignatius


Dentro de la llamada Quinta Generación de cine chino, existen directores que han alcanzado un nivel tanto de calidad como de popularidad que traspasa las fronteras del país de oriente. Formados, en su mayoría, en la Academia de Cine de Pekín, estos artistas han hecho filmes premiados internacionalmente. Hablamos concretamente de Zhang Yimou, Tiang Zhuangzhuang y Chen Kaige. No obstante, la Cuarta Generación de directores tiene en Wu Tianming a un maestro que ha apoyado e impulsado la carrera de varios de los mencionados.
Su talento se ve constatado en esta obra maestra –en mi opinión- pletórica de belleza en el manejo de la cámara, en la fotografía, en la originalidad del guión, la música, la extraordinaria actuación de sus integrantes, la ambientación, el manejo de los tiempos, el trato del encuadre, el respeto a la niñez, el valor de los animales, etc.


El tema gira alrededor de la compasión y amplía sus miras para invitarnos a hacer un recorrido y una reflexión sobre el sentimiento de la solidaridad y el respeto a los niños. Vagando por las callejuelas de Sichuan, el llamado Rey de las Máscaras transmuta su rostro en un florilegio caras de colores con asombrosa rapidez. Ahí radica su magia, su encanto, su misterio. Pero está solo y desea fervientemente transmitir su arte a un heredero barón. Es en este momento que entra la crítica a la venta de seres humanos por bagatelas. La miseria campea en aquellos territorios que presumen de gran capital y progreso. Le venden a “Pichón”, el cual resulta ser una niña. Evidentemente el viejo la rechaza pero ella se encariña con él y hace lo imposible por quedarse. En este punto es necesario hacer mención del talento de esta pequeña actriz Zhou Renying. Absolutamente encantadora, magistral. También el simpático mono que le otorga un cariz de alegría y dinamismo a la película. Es de esos bellos filmes que se quedan en el corazón por mucho tiempo. Por último, enriquece leer las razones que da Tianming para realizar esta obra:
“Cinco años de paz y silencio; cinco años de mirar la vida desde mi sillón. Quizá se necesite estar en el fondo del pozo, enfrentarse a la dura soledad y sufrir reveses para experimentar el peso de la vida y poder saborear el valor de las pasiones verdaderas. Si no hubiera comprensión, ni confianza, ni amor, si lo único que quedara fueran mentiras y conspiraciones, la vida no merecería la pena. (…) El rey de las máscaras pudo cobrar vida solamente cuando volví a encauzar mi mente. Tras unos años de pasividad con el alma acartonada, por fin tenía algo que contar, un motivo para volver a la actividad. Este es el motivo. El pueblo chino tiene una larga tradición de respeto a valores como la moral, la integridad, la cortesía y las relaciones humanas. Pero en estos días, cuando el dinero es el rey, y la codicia es su compañera, no queda sitio para la moral. Nuestra nación, ejemplo de protocolo y civismo, se ha convertido en otra cosa. En tiempos como éste, las personas con conciencia social tienen la misión de abogar por la compasión humana. Por eso hice esta película.

En YT se puede ver completa


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