George Méliès: ¿Precario O Precursor?

Por Aída Pardo

En la búsqueda del ser humano de recrear la vida misma han surgido descubrimientos que han cambiado completamente la visión del mundo. En el caso del cine, la aportación de los hermanos Lumière fue trascendental dado que la posibilidad de retratar una noción de la realidad a través del movimiento había sido imposible hasta entonces.

George Méliès ha sido una pieza clave en el desarrollo del cine. Cuando se hace mención de él también se refiere al comienzo de una nueva forma de expresión, llena de belleza y magia. Propuso la puesta en escena teatral y el trucaje ilusionista, logrando crear atmósferas fantásticas con las que el espectador podía soñar y trasladarse a mundos imaginarios.
Sin embargo, mediante la óptica mencionada en el libro “Méliès: el alquimista de la luz”, sus obras son consideradas precarias en base al surgimiento de la “nueva cultura visual” donde los criterios de la imagen y la estética están basados en el presente, por el soporte tecnológico que brinda la modernidad.
Considero que este cambio “cultural” ha sido en cuanto a la interpretación convencional de la forma, si bien las herramientas tecnológicas permiten mayor alcance, diversidad e innovación, la visión clásica sigue resultando sorprendente en cuestión de expresión, lo que la mantiene permanente e inmutable. Por lo que creo, que las obras de este gran cineasta no son primitivas bajo esta perspectiva, sino por el contrario contienen todas las bases del cine y de lo que hoy conocemos como efectos especiales.
Concuerdo con el libro donde se habla de que, Méliès no comprendió en su totalidad lo que estaba haciendo, finalmente era un hombre de teatro, de espectáculos y magia por lo que, tenía limitaciones en cuestión de espacios y ángulos, sus encuadres eran fijos y sin cambios. La visión que presentaba era global aunque hay un comienzo en el uso de los puntos de vistas y de argumentos, a lo que más tarde Griffith llegaría a complementar como parte del lenguaje cinematográfico.
Así que, en el afán del hombre de ir perfeccionando las imágenes ha surgido la necesidad de evolución, dando paso a una revolución expresiva donde nacen nuevos movimientos de cámara, saltos en el espacio y tiempo y montaje.
Méliès fue creativo e inspirador, manteniéndose siempre en constante búsqueda de expresión, creando, renovando y perfeccionando su trabajo. Su mayor mérito fue haber dejado a un lado los famosos documentales de la época y experimentar con historias imaginarias. Pero fue incapaz de adaptarse a la rápida evolución fílmica, además de no haber contemplado, la impredecible crítica que existiría en la actualidad, ni la percepción cinematográfica que, el futuro depararía como un actividad industrial donde gobierna la satisfacción del espectador mediocre.
Y como mencionó Novo: el cine desterró y pareció exterminar al teatro; pero siendo a mi parecer no fue una desaparición total, sino fue el origen del cine, dejando una huella que, daría paso al devenir del progreso cinematográfico.

BIBLIOGRAFÍA
González Dueñas, D. (2001). Méliès: el alquimista de la luz. México: Conaculta, Imcine. Méliès, G. (Dirección). (1999). Landmarks of early films Volume 2. The magic of Mèliés. [Película]. Francia: Image Entertainment.

2 comentarios:

  1. Estimada Aída:
    Me gustó tu artículo sobre el mago del celuloide. Griffith dijo: "Le debo todo". Me inclino por lo segundo: un genio y gran precursor del cine, sin duda.
    Saludos
    Frater Ignatius

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  2. Más que interesante, un artículo necesario. George Méliès nos mostró una posibilidad del cine no tan experimentada en el momento: nos mostró la pureza del lenguaje cinematográfico y llevó al extremo, insospechado hasta entonces, del quehacer fílmico.

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